Pastel Castillo de San Diego

Buenas tardes! Hoy os traigo una receta muy especial para mi, por ser la primera que hago para participar en un concurso de gastronomía, que ha organizado las Bodegas Barbadillo.

La verdad que aunque soy mucho de cocinar con vino blanco mis platos salados... teniendo un blog dedicado a la repostería, no se me pasó por la cabeza participar hasta el último momento...

Pero después pensé... que un cumpleaños no se celebra igual, sin una rica tarta que lo acompañe y que era mi mejor manera, de homenajear a este delicioso vino...Así que me animé a participar!

Esta receta salió con ya sabéis, de una tarde tranquila en mi cocina y dejando me llevar, lo único que tenía claro, era que quería que todos nuestros sentidos, nos recordasen al ingrediente principal... y así nació el Pastel Castillo de San Diego...

Un pastel sencillo, pero elegante...de sabor único y afrutado gracias al vino blanco y la uva blanca. El color amarillo-verdoso tan característico de este vino de las bodegas Barbadillo, se lo aporta un toque original de pistachos caramelizados, que combina a la perfección con el resto de  ingredientes, al igual, que las finas capas de suave crema de queso, que lo hacen un postre tan ligero, que tengamos ganas de volver a degustar, no sólo en ocasiones especiales, si no en cualquier momento de nuestras vidas.

Os animo a que la prepareis, es un pastel más que delicioso!

Ingredientes para 8 personas (molde de 16 cm)

Para el bizcocho

280 gr de harina con levadura incorporada

200 gr de azúcar

150 ml de vino blanco Castillo de San Diego

150 ml de aceite de oliva

85 gr de pistachos sin piel

65 gr de queso crema

30 uvas blanca (sin semillas)

8 gr de azúcar vainillado

3 huevos XL

Pizca de sal 

       Para la crema

250 ml de nata liquida para montar (muy fría)

125 gr de queso crema

60 ml de vino blanco Castillo de San Diego

4 cucharadas soperas de azúcar glass

1° Lo primero que haremos será hacer la crema de queso, puesto que deberá estar bien fría a la hora de montar el pastel. Empezaremos montando la nata, una vez que la tengamos casi montada incorporaremos el azúcar glass poco a poco, cuando veamos que la nata este firme, dejaremos de batir. En un bol aparte, batiremos el queso crema y muy lentamente echaremos el vino blanco hasta conseguir una mezcla homogénea, justo después, añadiremos la nata que teníamos ya montada y volveremos a batir. Por último, meteremos la crema en el frigorífico, hasta que vayamos a montar el pastel.

2° En segundo lugar, pelaremos los pistachos y le quitaremos la piel, para hacer el bizcocho. A continuación, en una sartén antiadherente los caramelizaremos junto con 50 gr de azúcar, el azúcar vainillado y unas gotitas de limón, una vez que queden cubiertos con una capa fina de caramelo, los dejaremos enfriar sobre papel de horno. Cuando se hayan enfriado, los haremos polvo con la ayuda de una picadora eléctrica y reservaremos.

3° En un bol grande, batiremos los huevos junto con la pizca de sal y el resto de azúcar (150 gr), incorporaremos el vino blanco y el aceite sin dejar batir, añadiremos el queso crema, el polvo de pistachos caramelizados y por último, la harina tamizada. Dividiremos la masa en tres moldes antiadherentes impregnados con un poco de aceite de oliva y echaremos la uvas enteras, rebozadas previamente en un poco de harina para que se adhieran bien a la masa. Hornearemos a 180º unos 15 mint. en la bandeja del centro y sin ventilador. Pasados los minutos, comprobaremos que los bizcochos están  hechos, pinchándolos con un palillo de brochetas y que este salga limpio. Sacaremos los bizcochos del horno y los dejaremos enfriar sobre una rejilla.

4º Una vez que los bizcochos estén fríos, podremos empezar con el montaje del pastel, pero antes de hacerlo, emborracharemos con un pincel ambas caras de los bizcochos con nuestro vino blanco para que estén aún más jugosos. Posteriormente extenderemos 1/3 de la crema de queso que teníamos reservada, por encima de uno de los bizcochos, a continuación posaremos el segundo bizcocho encima y volveremos a echar una nueva capa de crema; terminaremos colocando el último bizcocho y el resto de crema que nos quedaba . 

Opcionalmente podremos decorarla con una sencilla decoración con uvas por encima. Una vez hayamos terminado con ella, la guardaremos en el frigorífico hasta la hora de servir.

Espero que os haya gustado y que la hagáis un día porque está verdaderamente rica... ya me contaréis...

Por cierto!! Muchisimas gracias por vuestros votos... este concurso era difícil ganarlo sin vuestro apoyo y aunque no hayamos ganado... os invito a un buen trozo de esta delicia a tod@s! 

Un beso enorme

Elisa Domínguez.