Buenos días! Hoy empezamos la semana muy dulce y es que os traigo otro de los postres más ricos y conocidos en nuestro país... Las famosas yemas de convento (o yemas de Ávila, por las que también son popularmente muy conocidas), son una de las recetas más típicas y tradicionales, que podemos encontrar en la cocina de convento, el tema elegido por la anfitriona de este mes Código Secreto 280 para el reto de La cocina typical Spanish.
Hablar de la comida de monasterios... iglesias..., es hablar en general... de comida celestial. Las mojas en sus conventos de clausura, elaboran tanto dulces, como conservas saladas y mermeladas, con la que ellas a lo largo de año suelen subsistir, gracias a la cosecha que recogen de sus propios huertos y del dinero que recaudan de la venta de algunos de sus productos, que ellas elaboran artesanalmente...
Uno de sus dulces típicos son estas bolitas de yema de huevo, rebozadas en azúcar glasé, un bocado que sabe a gloria bendita (y nunca mejor dicho) que ellas saben elaborar como nadie. De hecho, sus recetas las guardan en secreto dentro de sus convento y que tras las rejas donde las venden (en nuestra vida de aparatos modernos e ingredientes inimaginables...) son tan difíciles de hacer con exactitud, tanto... que nos tenemos que conformar con hacerlas con el mismo cariño que las elaboran, pero sin ese toque secreto que ellas le dan.
Bueno... las yemas que os traigo hoy, hacía años que no las hacía en casa... en mi familia el colesterol abunda y cuando hablo de hacer postres con muchas yemas de huevo, se ponen las manos a la cabeza, así que para hoy mi intención era, hacer una pequeña cantidad para enseñaros la receta, que aunque no está elaborada por una monja (y sí... por una loca reposterilla), bien ricas que están y la prueba de ello, os la cuento a continuación....
Como podéis leer en el título... las yemas de convento son "minis" y por qué ? Pues porque hice 10 solamente, como os decía anteriormente, poquitas para que no abucemos de ellas... pero cuando llegué a casa, mi marido se había comido la mitad, creyendo que le había hecho ya fotos (culpa mía... porque le dije que no me iría sin hacerlas... pero me fui sin hacerlas...)
En fin... Como me vi entre la espada y la pared, por no hacer más... se me ocurrió dividirlas en dos, para no enseñaros solo 5 yemitas de nada. La cosa es que han quedado muy monas tan pequeñitas y el sabor es el mismo... así que no hay de qué preocuparse! Eso sí... de coger una rápido, que se acaban en un abrir y cerrar de ojos ;)
Vamos con la receta
Ingredientes para 10 unidades
120 gr de azúcar
75 gr de agua
6 yemas de huevos XL
1/2 piel de un limón
Azúcar glasé para rebozar
1º Haremos un almíbar con el agua, la piel de limón y el azúcar. Lo pondremos en un cazo pequeño al fuego, hasta que empiece a hervir y lo dejaremos unos 5 minutos más.
2º Una vez pasado el tiempo, lo echaremos en forma de hilo y sin dejar de batir... sobre las yemas (previamente batidas). A continuación, volveremos a poner la mezcla en el cazo a fuego medio, hasta que se haga una masa, que se desprenda de las paredes.
(Ojo! Este paso es el más delicado, pues si la sacamos antes... luego quedará demasiado líquida la masa y no podremos hacer bolas con ella, y por lo contrario.. si nos pasamos de cocción... se nos pueden quedar demasiado duras, así que hay que tener cuidado ok?)
3º Una vez que la masa esté lista, la dejaremos templar y posteriormente la dejaremos enfriar en la nevera una 1h . aproximadamente.
4º Por último, sacaremos de la nevera y haremos bolitas de 2 cm con ella y las rebozaremos en azúcar glasé.
Pues ya solo queda, disfrutar de nuestras yemas de convento caseras!
Para conservarlas os recomiendo que las guardéis en la nevera, bien tapadas en un taper y no tendréis ningún problema por culpa de la calor, que sigue haciendo estos días...
Espero que os haya gustado y antes de irme... como siempre... os invito a que visitéis el recopilatorio del reto y conozcáis todas las recetas que han preparado mis compañeros de La cocina TS siguiendo el hashtag #elhábitosíhacealmonjeTS por las redes sociales o en su blog... pinchando AQUÍ
Un beso y feliz semana!
Elisa Domínguez
¡¡Ohhh, ohhhh, Elisa!! ¡¡Cómo me gustan las yemas!! Cuando estuve en Avila, me traje unas cuantas cajas, y cada vez que sé que alguien va a ir allí, se las encargo. ¡¡Son un pecado divino!! En casa, también las he hecho alguna vez que otra, pero es que vuelan, y claro, tampoco es plan que no duren ni cinco minutos, pues yo también hago poquitas, ¡¡porque con tanta yema que lleva, pues no es plan!!
ResponderEliminarEntiendo a tu marido perfectamente y que se las comiera tan rápido, ¡¡a mi me pasa lo mismo!! Y es que te han quedado divinas, nunca mejor dicho, ¡¡pero qué tentación!! Besitos.
¡Ay esos maridos! El mío, el pobre, ya no se come nada hasta que yo lo pongo encima de la mesa o bien hasta que me pregunta por WhatsApp si puede para que quede constancia por escrito (lo estoy enseñando demasiado bien ja ja ja)
ResponderEliminarCreo que yemas no he hecho nunca. Las hemos comprado en algún viaje,o hemos tenido la suerte de que nos las regalen pero a pesar de que en la familia el colesterol no suele ser un problema me da demasiado cargo de conciencia hacer postres que a priori sé que suponen un exceso.
Me parecen unas fotos muy bonitas, y un escenario la mar de apropiado para estas delicias. Tienen tan buena pinta que no me extraña que de una sentada se comiera la mitad. Una aportación idónea para para este reto.
¡Besos mil!
Qué buena pinta !! Y no parecen muy difíciles de hacer. Habrá que probar
ResponderEliminarY es que están taaaaan buenas....es difícil no pecar...Besines.
ResponderEliminarUnas Yemas con muy buena pinta, si bien es cierto que son tipicas de Avila, en España hay muchos lugares que tambien son típicas estas yemitas, como pueden ser las Yemas del Tajo de Ronda, que son identicas a estas.Una rica elección. besos.
ResponderEliminarUnas Yemas con muy buena pinta, si bien es cierto que son tipicas de Avila, en España hay muchos lugares que tambien son típicas estas yemitas, como pueden ser las Yemas del Tajo de Ronda, que son identicas a estas.Una rica elección. besos.
ResponderEliminarPues es una idea muy buena el hacerlas mini ,yo no las he hecho ,pero casi todos los postres suelo hacerlos pequeños (menos cargo de conciencia) me quedo con tu receta que me ha encantado
ResponderEliminarbesitos
Pues no las probé ni las hice nunca, la verdad que se ven muy ricas y me paetece mucho probarlas,besos
ResponderEliminarLas yemas fue la primera receta en que pensé cuando leí recetas de origen religioso, aunque al final cambié de idea. Al ver las tuyas me han entrado ganas de meterme en la cocina :)
ResponderEliminarPues asi mini quedan la mar de monas y sobre todo de bocadito celestial!
ResponderEliminarQue ricas son esas yemitas, jeje, y en la foto ni se nota que sean minis, jajaja, se ven bien preciosas :D
ResponderEliminarBesote!!!!
Como traes esta receta que estos días estoy ñoña y estas son las yemas que siempre me hace mi abuela cuando voy a verla. En mi blog hay está la receta de mi abuela aunque nosotros las rebozamos en azúcar normal no glas, pero seguro que están ricas de esta manera también :)
ResponderEliminarQue linda imagen y pensar que no las he hecho. Creo que ha llegado el momento de prepararlas y tentar a mi marido jajaja. Un abrazo.
ResponderEliminarUmmm la segunda receta que veo ya para preparar yemas, se ven deliciosas.
ResponderEliminarHOla mi dulce Eli:
ResponderEliminarestaba leyendo la receta y cuando he llegado a la parte de que habias llegado a casa y tu marido habia acabado con la mitad de las yemas me he hechado a reir ya que en mi casa para lo mismo!!!!! jajajajaj. Te contaré a ver que tal la receta porque fijo la hago el próximo finde!!!
te quiero montones
lau
Son preciosas Elisa! un dulce para pecar! jajaja. Besos!
ResponderEliminarSi es hermoso Elisa
ResponderEliminarQue hermoso
ResponderEliminarQue hermoso
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