Quinoa con leche, con aroma de canela y limón

¡Hola reposterillos! ¿Cómo va todo por esas cocinas? Por la mía seguimos con los postres fresquitos, ricos y sin complicaciones, como os prometí y os traigo unos vasitos de Quinoa con leche, una receta que os propongo mezclando lo tradicional con un toque actual…

La Quinoa se ha vuelto un ingrediente muy común en nuestro día a día y como sé que algunas personas les apasiona como a mí, probar cosas nuevas, espero que os animéis a probar este postre (sino lo habéis hecho ya… porque la verdad sea dicha… yo ya venga algo tarde con esta idea…), porque está bien rico, a pesar… que a mí me sigue gustando más (no os voy a mentir), el arroz con leche de siempre.

Personalmente la Quinoa, no es uno de los productos que más me seduzcan, pero puede ser… porque en salado, no le dé el punto necesario de sabor o de cocción, a pesar de seguir las instrucciones del fabricante o todo puede ser, que a mí…  no me salga bien como la lasaña, que mira que soy cabezota y la he preparado un montón de veces, pero no me quedan bien… ¿habrá cosa más fácil? Pues nada… que ni lasaña… ni canelones… os puedo ofrecer en casa el día que vengáis de visita, porque la cocinera… no le da ese salero que hay que tener, para que los invitados terminen rebañando el plato y preguntando si queda más jajaa…

Con la Quinoa me pasa algo parecido, así que cuando vi esta idea en las redes, me cautivo y por fin… ha llegado el momento de aprovechar el poquito que guardaba en casa (como caso perdido) y hacerlo. (Por cierto… si sabéis si hay algún postre dulce, que pueda hacer con pasta para lasaña… estáis a tiempo de contármelo, que aún tengo un poco en casa jajaaaaa)

La receta la he hecho a mi  manera… como de costumbre y para no variar jajaa… porque buscar recetas de quinoa con leche en internet, te puedes volver un poco loca… aunque utilicen los mismos ingredientes y sea la misma elaboración… hay mucha diferencia entre una y otras… por ejemplo… en un litro de leche… unas utilizan 100 gr de quinoa otras 250 gr. Como se suele decir cada maestrillo tiene su librillo… pero… ¿Y ahora cuál haces?

Por eso… me suelo liar la manta a la cabeza y aventurarme a hacer las cosas a mi manera… porque aquí donde me veis (y creo que alguna que otra vez… os lo he contado…) antes de hacer una receta, soy de las que hace mil y una cuentas… seguro que es porque soy de matemáticas y trato las recetas como si fueran problemas de algebra jajaa… y hasta que no los resuelvo por mí misma no quedo contenta… Si os enseñara las libretas de mis apuntes… creo que os daría un soponcio y es que encima, me olvido de poner los títulos… Así luego me tiro dos días, para encontrar donde apunté la receta (como me ha pasado con esta que quería publicarla el miércoles y hasta hoy no he dado con ella… jajaa…)

En fin… El sabor es muy rico, si os gusta el arroz con leche tradicional os gustará… la textura es algo diferente, más blandita… diría yo… pero muy cremosa, seguro es por la nata y la mantequilla, que aunque no suelo echarle al arroz con leche, me apeteció echarle, para que no quedara muy líquido y desde luego fue un acierto, porque todos rebañaron los vasos jajaa… eso es buena señal ¿Verdad? ¡Así que vamos  con la receta!

Ingredientes para 4 personas

1 L. de leche semidesnatada (O la que uséis en casa)

200 gr. de Quinoa

200 gr. de azúcar blanca

150 ml. de nata líquida para montar (Con mínimo de 35% m.g.)

40 gr. de mantequilla

2 ramitas de canela

Cascara de ½  limón

Canela en polvo para decorar

Elaboración

En una cacerola mediana, podremos la leche, el azúcar, la ramas de canela, la cascara de limón y la quinoa (previamente lavada con agua y escurrida con la ayuda de un colador); lo pondremos a fuego medio, removiéndolo de vez en cuando para que no se nos pegue, hasta que empiece a hervir (tardará un ratito…).

Una vez que hierva lo dejaremos cocinar 20 minutos (o según la recomendación del fabricante), retiraremos la canela y la cascara del limón y añadiremos la mantequilla y la nata. Dejaremos cocinar 5 minutos más y retiraremos del fuego.

Serviremos en vasos individuales y dejaremos templar, antes de meterlos en la nevera, para que estén fresquitos (Bueno… si aguantáis… que en mi casa no llegan a la nevera jajaa…).

Por último, decoraremos con un poco de canela en polvo, a la hora de servirlos a nuestros comensales y a disfrutar de la receta.

Como veis no puede ser más sencilla de hacer, si es estas últimas recetas, no me puedo quejar de tener que explicar largas elaboraciones… si es que hasta cosa me dan estas recetas tan fáciles de contar, como de hacer jajaja… pero es lo que tiene el verano, la pereza y la falta de tiempo para estar en casa, nos invaden jajaaa…

Espero que os haya gustado

¡Que paséis un feliz fin de semana!

Un beso, Elisa Domínguez.